viernes, 22 de marzo de 2013

Gachas o Poleás de Bentarique




"Gachas con Poleo, bien que las deseo"

Anónimo

De Bentarique 
(Almería)



Toca Poleás o Gachas. en mi casa siempre se ha llamado Poleá o Espoleá que viene a ser lo mismo. 

Plato campesino para tiempos de carencias. Ya que cuando no había leche en casa se tiraba del agua. Momentos, no hace mucho en el tiempo que endulzábamos la vida con cualquier cosa que tuviésemos a mano. 

Azúcar y lo que fuese, daba igual si combinaban o no los productos, se trataba de comer para poder vivir. Y aún así, de una manera tan sencilla creábamos obras de arte.

Postre típico de toda Andalucía, sin embargo yo me he llevado otra vez el plato para Almería que se encuentra tan lejos de mí. Siendo esta una tierra que también me apasiona en demasía, tierra de duros contrastes y colores, lugar para inspirarse y perderse del mundo.

Bentarique, pueblo pequeño de la Alpujarra almeriense. Lugar de tesoros y termas romanas, cuevas de descanso y cerca del desierto de Tabernas. Cuyo nombre viene a significar; "hijos de Tariq" insigne nombre que hace mención al primer general que dirigiera las tropas en la conquista musulmana.

En 1986 apareció un tesoro de origen musulmán, compuesto de dos ajorcas o brazaletes repujados, un collar de filigrana y nueve collares de aljófares con un medallón de oro.



Este plato es típico en el día de todos los santos, no preguntadme porqué. Lo desconozco, pero así manda la tradición.

Mientras cocinaba estas gachas o poleas no dejaba de percibir el aroma antiguo de nuestro pueblo, tan necesitado y desprotegido en el tiempo. 

Muchos Andaluces se han alimentado y criado, aunque os cueste entenderlo, con unas sencillas gachas; más afortunados aquellos que pudieron hacerlo con leche incorporada.

¡Lujo de vida el de hoy! 

Os lo cuento por vida y experiencia.

Ricardo




INGREDIENTES

Un litro de leche

Seis cucharadas soperas de harina (aprox.)

Aceite de Oliva Virgen Extra

Azúcar (aproximadamente, medio kilo)

Una cucharadita de matalahuva o semillas de anís

Peladura de Naranja y de Limón.

Poleo fresco

Sal, una pizca

Canela en Rama

Clavos

Pan para freír




ELABORACIÓN


Se trata en principio de hacer una especie de bechamel, lo digo más o menos para hacernos una idea.

Algunos variantes; primero calentamos el aceite y le incorporamos las semillas de anís o matalahuva. No debe de freír. yo aparto el aceite he incorporo el anís cuando desciende la temperatura del aceite.

Otra cosa; la leche según la tradición se cuece o hierve con la peladura de naranja, limón, canela, clavo y azúcar.

Una vez "levantada" la leche cuelo los ingredientes y dejo la leche limpia.

Ahora tenemos dos variantes;

O bien tostamos la harina con el aceite, (como la bechamel) o ligamos la harina con un poco de leche ayudados una varilla, batiéndola en un bol o recipiente adecuado.

Calentamos la leche y cocemos al menos quince minutos, incorporando la harina y batiendo para que no se pegue.

Comprobar el sabor siempre de lo que cocinamos.
Sino seguro que nos llevaremos una sorpresa desagradable al concluir el plato.

La sal. ¿Para qué?;  Muy buena pregunta. 

- Pues para que no se quede sosa, niño. - Esa es la respuesta que recibí en su momento. Ja,ja,ja.

Solo una pizca, 

El pan frito o los cuscurros; vuelta y vuelta. Secarlos bien en papel absorbente.


CURIOSIDADES


He intentado ser fiel a la tradición.

Le he incorporado un poco de poleo como dice el dicho.

El secreto; os voy a revelar un gran secreto que lleva este plato.
Un chorreón de Anís dulce decía mi abuela. Nunca quería que revelara "el secreto", como el libro ese famoso tan de moda en estos días. "Un vasito para uno y otro para la poleá" 

Eso sí, lo digo yo; cuando la leche esté ya cocida, no se vaya a cortar.


Y si queremos rallar el rizo, pues le podemos incorporar un poco de nata líquida. la cuestión es que no se nos quede una masa apelmazada difícil de digerir.


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