domingo, 25 de junio de 2017

Carmona y la Leyenda de la Tortilla Francesa



Fotografía de Inmaculada Pulido León.


Corrían los años de 1624,  cuando se alojó el Rey Felipe IV en Carmona; concretamente en la Casa de las Cadenas, que pertenecía al regidor Alonso Bernal de Escamilla. Siendo causa de que se engalanase la ciudad y se celebrase suntuosamente dicho acontecimiento, cuyos ornamentos, en su puerta, dan testimonio del hecho.

Ese día, se encontraba el Rey delicado del estómago, cuando una afanosa cocinera de la casa le preparó; “Unos huevos cuajados limpios de torreznos y de todo aditamientos”, utilizando, novedosamente, el aceite de oliva para su fritura y no la manteca de cerdo, tal como era habitual en aquellos tiempos.

Entusiasmada Doña Isabel de Borbón, Reina de España, se familiarizó, a partir de ese día, por tan singular y liviana cena.


De ahí, nos cuenta la leyenda, que proviene el nombre de “a la francesa” .

Vocablo utilizado por los cocineros para designar tan ilustre plato, haciendo alusión al  apelativo con el que se conocía a la Reina de España, nacida en Francia.

Dicha receta, bien pudiera ser una variante de la Tortilla a la Cartujana originaria del Monasterio de los Cartujos de las Cuevas de Sevilla (Monasterio de la Cartuja). Según nos advierte el cocinero del rey Don Francisco Martines Montiño en su tratado de 1611 llamado; Arte de Cozina, Pasteleria, Vizcocheria y Conserveria

Donde se describe de esta manera; “Los huevos, según vayan cuajándose, han de recogerse en el medio de la sartén. Los dobleces del huevo se colocaban de forma triangular, como si fuese una capucha de monje, dejándola dorada por fuera y jugosa por dentro”


Casa de las Columnas, Carmona.

martes, 20 de junio de 2017

La Leyenda de la Manteca Colorá y otras curiosidades



Se conocía con el nombre de "sustanciero", al individuo que provisto de un hueso de jamón o vaca, atado a un cordel, iba casa por casa, introduciéndolo en las ollas durante unos minutos «para darle sabor» a las comidas, a precio según convenido (a peseta el cuarto de hora en los años 60). Actualmente esta forma de ganarse la vida es parte de nuestra memoria histórica.

Se cuenta que, a grito pelado, pregonaba:

«¡Sustancia! 
¿Quién quiere sustancia para el puchero? 
Traigo un hueso riquísimo.

A lo que alguna vecina respondía:

«Deme usted una perra gorda de sustancia, 
pero a ver si me la sirve usted a conciencia...»



INGREDIENTES

Dos kilos de pella o manteca ibérica

Agua

Media cabeza de ajos

Tres hojas de laurel

Sal

Pimentón dulce de calidad 
( 3 cucharadas aprox.)

Vinagre 
(Opcional)

Pimienta Negra 
(Opcional)

Orégano 
(Opcional)

 

ELABORACIÓN

Lo primero que tenemos que hacer es cortar la pella en trozos pequeños.

Luego majamos el ajo, o bien aplastamos con la palma de la mano, añadimos la pimienta negra (opcional), sal y la hoja de laurel a la pella, removemos con la mano.

Luego se pasa a una olla o recipiente adecuado y a fuego suave la pella troceada. Le vamos dando vueltas hasta que se vaya derritiendo, añadiendo el agua (dos vasos).

Dejamos hervir a fuego suave pero alegre, que burbujeé bastante.

Despumamos de vez en cuando.

Se debe de disponer de tiempo ya que tarda bastante en derretirse, controlando de que no se queme (de hora y media a dos horas).

Dos vasos de agua y le añadimos cada vez que lo consideremos necesario.

Dejamos que se consuma el agua, con cuidado de que no se nos queme la grasa o manteca, dejar que pasen las burbujas y que desparezca la espuma.

Seguimos moviendo.

Cuando consideremos que solo queda manteca derretida o grasa;

Le añadimos un chorreón de vinagre para disimular el sabor de la grasa 

Unas cucharadas de pimentón para darle el coloraó.

Mezclamos bien y colamos por un cedazo fino.

Ojo que en el fondo de la cazuela puede quedar algo de costra pegada.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Luego cubrimos el recipiente he introducimos en la nevera que termine de cuajar.


Para hacer la Zurrapa

El resto que ha quedado en el colador, lo vertemos sobre la manteca colorá; dientes de ajos, trozos de pella, laurel, (también se puede triturar los restos de carne o chicharrones).

La zurrapa de lomo, no es ni más ni menos que los trocitos  o resto que queda en el fondo de la olla después de hacer la manteca con la debida carne.

Para hacerla se añade la carne que hayamos elegidos junto con la pella troceada.


Dicha carne se puede haber dejado en maceración unas horas antes y troceada a tacos o daditos.


Añade la carne junto con los ingredientes de la maceración y su jugo a la pella.

Cuece a fuego lento hasta que notes que se empieza a querer agarrar al fondo de la sarten. El tiempo te va a variar en función del tamaño de los tacos de carne y la cantidad de fuego que pongas, por eso deberás de estar vigilante.

Una hora y media no la quita nadie.

Se cuela y filtra la pella, por un lado la carne y por otra la manteca derretida.
Limpiamos la carne quemada y restos de cascara de ajos, laurel, etc..

Mezclamos la grasa derretida con la zurrapa una vez limpia.


OBSERVACIONES

Pella Ibérica

Manteca del cerdo. (RAE)

Diversas posibilidades y variantes para una buena Zurrapa

Hígado de cerdo, lomo de cerdo, costillas de cerdo, panceta de cerdo, chorizo ibérico, papada.

La acidez del vinagre hace que la grasa no penetre en el paladar, aunque hay quien le añade vino blanco.


Orégano y Romero son las hierbas recomendadas a gusto del consumidor.


Pimientos choricero o ñoras como opción.